A l v a r d e D i o s
La denominación de origen Toro es como la década de 1980: grandes hombreras, pelo enmarañado y una energía llamativa que parece potenciada químicamente. Hace rato Toro necesita una brisa de aire fresco o, vino fresco en el caso de Alvar de Dios.
Nacido en una familia de viticultores de El Pego, en el extremo suroriental de la DO Toro, Alvar de Dios decidió dejar su pequeño pueblo para ampliar su formación como enólogo trabajando en Bodega Marañones junto con sus amigos Fernando García y Dani Landi (Comando G). En 2009 hereda un viñedo de su abuelo, al que todos llamaban “Aciano” y empieza a recuperar las viejas cepas de forma ecológica. Con su primer vino, Aciano 2013, consiguió 94 puntos Parker, convirtiéndose rápidamente en una de las jóvenes promesas del mundo del vino español.
En 2014, da forma y cuerpo a su propia bodega y, en 2015, extendió su radio de acción hacia una de las zonas más desconocidas y potentes del mapa vinícola: Arribes del Duero. De viñas minúsculas y centenarias, muchas de ellas en bancales y precipicios sobre el río, en suelos de pizarra blanca y pirita, surgieron vinos que recogen el sabor y la cultura ancestral de esa tierra fronteriza y misteriosa.
“These are fresh wines with good acidity; they are a different, more elegant style of Toro. A name to follow.” – LUIS GUTIERREZ, WINE ADVOCATE